Here we go Again [Nicholasín]

Domingo por la noche; el momento más tranquilo de la semana. Me encantaba pasarlo sola en casa, tal vez invitar a mis amigas o posiblemente me pasaba el día entero durmiendo si el sabado por la noche había sido un descontrol. Afortunadamente, la última opción no ocurría muy seguido, las fiestas de famosos no eran exactamente el mejor para estar, pero cuando me invitaban no podía negarme, y aún menos si era en un lujoso hotel de Los Angeles. Si, eso no puedo evitar, el lujo y el glamour eran unas de mis tantas debilidades.

Al fin, después de tanto pensarlo, busqué algo de ropa cómoda en mi placard. Un short gris claro, una musculosa blanca y unas sandalias eran la solución. Luego de bañarme para despertarme completamente, me cambié y no me molesté en maquillarme demasiado, solo algo de gloss en los labios y perfume sería suficiente. Tras bajar las escaleras, no pude evitar gritar el típico "Voy a salir" antes de abrir la puerta; aún no me acostumbraba a la idea de vivir sola.

Caminé por la ciudad con mi bolso en el hombro y mis lentes de sol puestos, solo por usar algún accesorio. Al final me encaminé hacia la playa, ese lugar que por diversos motivos me gustaba tanto. Estaba todo totalmente desierto, asique sería perfecto para disfrutar. Me detuve en un punto fijo, mirando hacia el agua maravillosa, pensando por unos momentos.

Andaba acostado en mi cama en un hotel enfrente de la playa. Empiezo a cotillear en mi celular y a la vez mirar las periodistas bitches de E! diciendo cosas malas de todos. Malditas bitches pienso menospreciando a las pobres chicas que solo hacían su trabajo. Empiezo a ordenar cosas a mi cuarto hasta que me levanto y voy al balcón para sentir la brisa del mar. Me recuerda a Demi pienso en ella mientras veo el agua chocar. Sonrío y enseguida me pongo una camiseta y me cambio los jeans por unos shorts normales para bajar a la playa.

Empiezo mi caminata por la arena pero al empiezo ya me quito las zapatillas por que empezaban a llenarse de arena. Llevo mis tennis a mi mano y empiezo a trotar por simple inercia hasta que veo a una chica en un punto de la playa. Lovato? pensé bajando la velocidad y acercándome un oco.

-Demi?, Justo andaba pensando de ti. Que haces en la playa?

El mar, las olas chocar, la brisa nocturna... todo eso inspiraba todos mis sentidos, realmente estaba encantada con el lugar donde estaba, no me arrepentía de haber elegido ese maravilloso lugar. Finalmente me quité mis lentes de sol, guardándolos en mi bolso; no me gustaba dar la apariencia de egocéntrica o de esas personas que se creen superiores que las demás. No. Así no era Demetria Devonne. Miré hacia la arena, observando como se colaba entre mis sandalias, por lo que decidí quitármelas completamente y, finalmente, sentarme a la orilla del mar.

No se muy bien por qué, pero en ese momento la imagen de Mark vino a la cabeza, y seguidamente la imagen de Nick. ¿Por qué tenía que pasarme esto a mí? Ahora que al fin estaba en paz con Joe, volvíamos a ser los amigos de siempre, nuevamente estaba confundiendo mis sentimientos... con alguien mas. Nick había sido mi amigo de toda la vida, y muchas veces lo había tratado como un hermano, pero es que Nick últimamente había estado muy... cambiado, para bien, y eso me llevó a intentar algo con él. Algo que, por cierto, no funcionó.

Una voz, solo eso se necesitó para desviarme de mis preocupaciones y pensamientos y sentir ese nerviosismo, ese leve cosquilleo que muchas veces había intentado disimular. Levanté mi mirada, aún sentada en la orilla y me encontré con sus ojos. Esos ojos avellana tan hermosos. - Nick... ¿Pensabas en mí? - Me asombré, alzando ambas cejas, y dejando ver mi gran y reluciente sonrisa, esa que solo pocas personas últimamente podían sacar de mí. Y Nick contaba entre uno de esos pocos. Siempre había sido así. - Vine a... tomar algo de aire, olvidar el mundo por unas horas al menos. - Carcajeé, como si eso no fuera posible. Realmente no lo era, pero aún así lo intentaría. ¿Qué perdía con hacerlo? - ¿Y tu? ¿Qué te trajo el venir aquí? - Aún estaba sentada, no por mala educación, sino que por simple comodidad.