¿Simple casualidad? -Taylor

New York, la ciudad donde me encontraba y donde tantos recuerdos venían a mi mente. Acababa de salir del aeropuerto e iba con la maleta dispuesto a pasar unos días. No tenía ningún trabajo que hacer así que viajar y pasar unos días alejado de todo el mundo era la mejor idea que había tenido en mucho tiempo. Pero... no me iba a engañar, no estaba aquí por eso, si no por alguien. Me había enterado de que Taylor estaba en la ciudad y quería verla. Pero claro, no la iba a llamar para quedar... no, no lo iba a hacer.

Me dirigía al hotel donde sabía perfectamente donde se alojaría por unos días. Tenía contactos que me informaban sobre ella, lo que hacía y con quien. Y no me gustaba nada que volviera a verse con el tipo ese. Porque, aunque yo no tenga ningun derecho a opinar sobre su vida, si había algo que tenía claro es que la seguía queriendo y quería volver a recuperarla. Llegué al hotel, me dirigí a recepción y la chica me atendió con una sonrisa, a lo que yo se la devolví. Después de intentarlo bastante, al final me concedió la habitación de al lado.

Cuando ya había dejado la maleta en la habitación, después de darme una ducha y cambiarme de ropa bajé hacia la entrada. Divisé los sofás que antes no había visto y me senté en uno, echándome hacia atrás. Me quedaría ahí hasta que viniera. Me puse los auriculares para poder escuchar música del ipod y agarré una revista que había en la mesita.

Me había leído una vez tras otra la misma revista de cotilleo, las odiaba si, pero solo habían de ese estilo. Por suerte en esta edición no había salido ninguna vez, mientras que taylor salía con el. Con el tipo al que yo más odiaba. me había cansado ya de leer esa revista, de leer los mismos rumores de siempre y de las mismas mentiras que siempre decían. Ser famoso, no era tan bonito como aparentaba.

De pronto un gran alboroto procedente de la calle alborotó mis pensamientos. Me quedé mirando hacia la puerta cuando vi entrar a Taylor, visiblemente agobiada. Esperé un momento para ver que hacía y, cuando me iba a levantar, su mánager se acercó con el chico de recepción. Se fueron y ella se quedó ahí, como si estubiera esperando a alguien, aunque también podría haberse quedado en shock. Si iba y de pronto venía alguien a por ella, no sabría que haría aunque, peor sería si viniera el tipo ese.

Pero me decidí, me levanté del sofá agarrando de nuevo la revista y la abrí por una página cualquiera. Caminé hacia ella, con paso decidido a no echarme hacia atrás aunque viniera alguien. No me importaba nada ni nadie, solo quería verla de cerca y comenzar con mi plan de ataque. Me coloqué a su lado, alzando un poco la revista, lo suficiente para taparme un poco la cara. .
-La gran Swift siempre formando alboroto. -Comenté con un tono de voz bastante bajo, pretendiendo que solo ella me escuchara.

Agobio, era lo que estaba comenzando a sentir solo de ver todo el espectáculo que se estaba formando ahí fuera. Lo último que quería era que me vieran ahí, con ella y en el mismo hotel. Eso solo perjudicaría todo y los rumores se harían más fuertes. Ya me estaba viendo en todas las portadas de las revistas, en medio de tantos y tantos rumores sin sentidos. Pero la verdad solo la sabíamos nosotros y, en el caso de la explicación de que qué hacía yo aquí, solo la tenía yo.

Pero ahí estaba yo, junto a ella en éste hotel. La esaba siguiendo, pero que poco me importaba la gente. Pronunció mi nombre y bajó un poco la revista, lo suficiente como para que mis ojos quedaran al descubierto. Ésta escena, desde fuera, estaría quedando graciosa. Yo, por mi parte, bajé del todo la revista y la cerré. Pasé mi brazo por su espalda y caminé con ella, casi obligándola a salir de ahí. Estábamos en el centro y ahí no estábamos bien. Me situé con ella donde los fotógrafos no podían alcanzarnos.

-Tay. -Pronuncié sonriendo levemente, después de dejar la revista donde pude. Pasé mis brazos por su cintura y en un arrebato de valentía la abracé, hundiendo mi rostro en su cuello. -¿Sorprendida? -Por verme aquí, me refería.